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"En Dios solo descansa el alma mía; de él viene mi salud, mi salvación. Mi roca solo es él, mi fortaleza: no he de vacilar". Salmo 62, 2-3. Jesús, que es amor que sana, deseas hacer un viaje a lo profundo de su corazón para que con su divina presencia sane y libere todos los aspectos de su vida. él, en su infinita misericordia, quiere que el hombre sea plenamente feliz y, bajo un itinerario de libertad y sanación interior, usted se convierta en un privilegiado testigo de una vivencia de mente abierta y corazón expectante. La Sanación interior es un proceso individual. Un acto consciente de Dios que requiere de la permanencia y perseverancia progresiva, por parte de quien emprende el camino cristiano para gozar de la paz que solo Cristo puede dar.