CARTA A UN HIJO QUE MURIÓ

Hay situaciones terriblemente dolorosas en la vida, en las que los sentimientos son tan íntimos y difieren tanto entre las personas, que resulta muy difícil hablarle a quien las está atravesando. Parece siempre una falta de respeto inmiscuirse en ese dolor. Parece inútil cualquier cosa que se diga. Y esto es tan cierto que durante un primer tiempo, cada uno vive su propio dolor, acompañado sólo por sus seres más queridos. Es después de haber atravesado este duelo, que otras preguntas, recuerdos y sentimientos comienzan a surgir Fue en esos momentos que pude hacerme estas preguntas y reflexiones, que hoy comparto con ustedes.