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Había una vez... así comienzan todos los cuentos. Pero éste no es un cuento, aunque necesita ser contado. Y como en todos los cuentos hay un protagonista. Aquí, aunque el nombre del libro nos habla de nuestro amigo Jorge, el protagonista es Dios. Sí, Dios, y ahora sí te voy a explicar por qué. Aunque no lo veamos y muchas veces no nos demos cuenta, Dios está presente en todas las cosas buenas y bellas de la vida. Hay que saber descubrirlo! Fue Dios el que con mucha habilidad, pero con mucho más amor, pintó el paisaje, acercó cada persona y llenó de luz cada acontecimiento para que aquel chico que se llamaba Jorgito, fuera con el tiempo el padre Jorge, después monseñor Jorge y cardenal Bergoglio y ahora el Papa Francisco. Ojo, porque el Santo Padre Francisco no fue un invento del 13 de marzo de 2013. Si hoy vemos un Papa con corazón de papá es porque antes hubo un hijo y nieto cariñoso, un estudiante responsable, un sacerdote con mucho cariño por sus hermanos religiosos y un obispo con un amor y una cercanía muy grande a todos los miembros de su familia, la Iglesia. Y de esta familia tuvo y tiene siempre predilección por los más pobres y por los que sufren.
